Objetos Perdidos.
 

Por un azar del destino, ananké, o como gusten de llamarlo, me he encontrado una carta, que según infiero por el garzón que allí al lado se ubicaba, con cara larga, y la cantidad de puñadas que se atizaba en el rostro, a la vez que se mesaba los cabellos, era copia de la que según parece, maldito sea el día, dirigio el antedicho varón a su "chulita", más no quiero entrar en detalles, mejor vinculen este cuadro por medio del texto glauco con el que aparecerá conteniendo la carta, que según parece nunca debio de escribir.

Un Saludo.