Fuckowski, Memorias de un ingeniero, el libro.
 

Hola,

Algunos tal vez lo leyérais en su página Web, yo me partí de risa en su momento, he de reconocerlo, hasta más no poder, me divertí mucho, mucho. Fuckowski relata las peripecias de un ingeniero informático en el mundo real (TM). En la página Web del autor, Alfredo de Hoces García-Galán, se han ido publicando relatos acerca de dicho personaje desde hace cierto tiempo.

Ahora se presenta en un libro de unas 100 páginas (tal vez me ría un poco esta noche, bien recordando lo leído, bien sorprendiéndome además) publicado por en la página Web YoEscribo.com. El libro se publica bajo la licencia Creative Commons, por lo que puede adquirirse tanto de forma impresa, previo pago, o descargarse en su versión digital desde aquí mismo, donde también puede averiguarse más acerca de su autor.

La página Web para descargar el libro (al menos la que he referido) precisa de un registro, para mi gusto, un tanto desmesurado, aunque grauito: piden hasta el DNI (Documento Nacional de Identidad en esta España nuestra, perdón, suya, de los otros, de ellos), así pues, me permito recomendar utilizar la página BugMeNot para obtener un usuario y contraseña válidos para descargar la obra.

Si te gusta el libro y puedes y quieres y lo compras, pues, mira, mejor que mejor: para el autor, supongo y para ti mismo, que no hay nada como leer en papel y no en la pantalla de ordenador, ¡y no se me discuta esto! No me llevo comisión. Conste. Pero que lo disfrutéis de todos modos, ¿eh? ;)


Vía BarraPunto.com

Hola,

Muy ameno, verdaderamente, ha sido un suspiro muy agradable además, como suelen ser los suspiros. Encontré: Huxley, Huxley, Baudelaire, Orwell, ¿Nietzsche?, Blues, Triana, Pink Floyd, Kubrick, sexo, drogas, rock & roll, Vivaldi, Whitesnake. No lo encontré la primera vez. Y habrá más, fijo.

Ahora que arrecia el frío en la península Ibérica, por lo menos Fuckowski tiene memoria y esta a una de las partes de la línea marrón, come todos los días y su preocupación es un tanto intelectual.

Pobre de aquellos que no recuerdan lo que comieron ayer, quizás porque no comieron, que no pierden las llaves de su casa, porque no tienen casa, que no viven en tal o cual barrio, sobreviven donde pueden. Ellos no están ni a un lado ni a otro, ellos son LA LINEA MARRON.

Un Saludo.