lo que recuerdo después de la muerte de Franco es que incluso mucho tiempo después se hacían comentarios de que podía ser que no estuviese muerto y que volviera, existía un extraño sentimiento de que no podía ser verdad, era demasiado bueno que ya no estuviese allí para que fuese verdad, ¿sería un sueño?, pues no, no era un sueño, era realidad: "españoles... Franco... ha muerto". Y se acabó.
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