En la entrada del cielo,
hay una larga cola, y está ahí San Pedro...
—Ahora te daremos una vehículo para que te muevas por el cielo. Pero depende de como hayas sido de fiel en tu matrimonio te daremos uno u otro. ¿Le has sido fiel a tu mujer?
—La verdad es que le estuve engañando con una durante los últimos diez años...
—No digas más, toma esta bicicleta.
Esto lo ve uno de los que están haciendo cola, que al principio estaba preocupado, pero ahora ya va más tranquilo, porque el siempre ha sido fiel.
Mientras tanto van entrando otras almas, uno que había engañado a su mujer durante un año consiguió un vespino, otro que solía tontear con mujeres (sin hacer nada más) consiguió un coche algo escacharrado, y cuando le toca a nuestro amigo, dice que siempre ha sido fiel a su esposa.
—¿Siempre? ¿de verdad? ¿No le has fallado ni si quiera una vez?
—Ni si quiera un instante.
—Entonces, aquí tienes, para que te muevas por el cielo.
Y San Pedro le da un descapotable rojo impresionante.
Y el tío iba por el cielo, con su flamante descapotabla, tan feliz (a pesar de estar muerto); hasta que un día, al pasar se le cae el alma a los pies:
se encuentra a su mujer en patines