Muy bien traidas a cuento esas reflexiones, Casimiro, aquí se ve que la Taberna no es un lugar en donde se bebe para olvidar.
Todos en algún momento de nuestras vidas nos enzarzamos en discusiones barrocas, bizantinas....
Al final solemos terminar discutiendo con la otra persona que nunca es virtual, porque si fueramos virtuales no discutiríamos.
Como es un poco tarde termino diciendo, el intercambio de ideas contrarias dentro de unos límites pacíficos enriquece.
Un saludo real.
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