Pues yo sigo opinando que "amigo de político" (o de política, que también las hay) es el mejor empleo, incluso si el político de turno no es corrupto: siempre consigues algo y no necesariamente del político. Un amigo de político le puede decir a quien le esté entorpeciendo:
"Oiga Usted, que soy amigo del Señor Ministro (o Señora Ministra, según el caso) de Asuntos Acuciantes, así que arree que me corre prisa" y ya está todo solucionado.
Sin embargo la esposa de político (o esposo, que también los hay) tiene sus sacrificios, como bien han dicho, y los hijos e hijas tienen el sanbenito de que los compañeros del colegio le cojan envidas si es buen estudiante ("como es hijo de la Minstra, le aprueban
") o que los profesores le cojan manía ("No te creerás que por ser hijo del Presidente te vamos a tratar de manera especial, ¿verdad?
").
Vamos, que yo me quedo con "amigo de político".