¡Hola a todos!
Los saludo con muchísimo gusto, esta vez desde el pueblo de Creel, a orillas del..., a orillas del...
, a orillas de la nieve porque por todos lados hay
(anoche cayó una blanca tormenta).
Mis mejores deseos y felicitaciones para todos los lectores de buena voluntad, en este ocaso del año en qué la conciencia del mundo comenzó a despertar nuevamente.
Mañana abordaré mi tren a Los Mochis (si no vuelve a quedarse
congelado) y luego volveré al sur para seguir construyendo un sueño. Ignoro dónde me tomará el minuto 1 de 2007, pero lo recibiré con esperanza y muchas ganas de seguir conciliando el pensamiento con el crecimiento humano.
Román: reitero mis parabienes del mensaje privado (y espero respuesta a la preguntica que ahí os hago
).
Sin más por el momento, me despido para cambiarme de calcetines porque estos ya comienzan a refrigerar mis falanges inferiores.
Un abrazo cálido.
Al González.