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He viajado por todo el territorio de mi jodido paisito. Tuve relaciones, sexuales, sociales y amistosas con muchas mujeres. Conocí gente agradable y no tanto. Pagué mis estudios fabricando pantalones y vendiéndolos en los tianguis (mercados callejeros) Me casé, tuve hijos, sembré árboles de mango y naranja, no escribí ningún libro. Programé en Cobol, C, Ensamblador, RPG, Fortran, Clipper, dBase, Delphi y Visual Basic (horrores que te da la vida)
Vivo en un lugar que cuando llueve, parece que dios tiene problemas con el esfinter. Hay tantos mosquitos que cuando los franceses de Napoleón III quisieron conquistar estas tierras se rindieron ante ellos y ante las caderas de las criollitas costeñas.
Tengo una empresa de software dedicada al sector agropecuario. Tengo un Jeep rojo (comprado, no en comodato) Le hago el amor, no solo sexo, a mi mujer dos o tres veces a la semana y lo disfruto al igual que ella. Me emborracho con mis amigos pocas veces al año, por el simple hecho de haberlos conocido y quererlos. Disfruto los libros de García Márquez, Kafka, Pérez-Reverte, Paz, Monsiváis, Saramago, Faulkner, Vargas Llosa (aunque sea reaccionario), los poemas de Jaime Sabines, Camilo José Cela y muchos otros. Fumé mariguana y comí hongos. Traté de cumplir con los 10 mandamientos aún siendo ateo. Viajo por el universo escuchando a Pink Floyd. Me encabronan los pendejos y los cobardes. Estuve una noche en la cárcel, con mi mejor amigo, por orinar en la vía pública. Volteo a verle las nalgas a las mujeres hermosas pero nunca le he puesto el cuerno a mi esposa. En resumen: una vida común y corriente.
Este mes de enero llego a 18,250 días de andar rolando por este planeta. Tal vez no pueda hacer lo que alguien de 20 pero sigo entero, de cuerpo y cerebro.
Y mi placer, casi vicio, por la programación no me lo quitarán ni los años ni los políticos ni la p@~€$%ta que los parió.
El día que muera, lo más seguro es que vaya al infierno y mi castigo será programar en VB. Pero hasta a comer mi@##da se acostumbra uno, así que puedo acostumbrarme a programar en eso, por los siglos de los siglos.
Amén.
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