¡Hola!
Gracias por sus consejos y comentarios, pero los que ya me conocen saben que no me voy a "
rajar" (nada que ver con "Rajoy", aclaro). Hace poco más de un año constituí una sociedad S.A., pasé seis meses en todo tipo de trámites, desde cambiar mi domicilio electoral, hasta abrir la cuenta bancaria empresarial (aunque todavía me falta la dichosa tarjeta de crédito). En las oficinas de Hacienda me han preguntado con extrañeza "
¿es usted el representante legal?", sobre todo las funcionarias jóvenes. Creo que están acostumbrados a ver empresarios de semblante severo, cincuentones, ajenos a los problemas sociales y con cara de
mi esposa quiere el divorcio.
Mucha gente me desaconsejó establecer una S.A. por la carga de impuestos que éstas empresas tienen. Me decían que siguiera como estaba, que para qué le iba a dar más dinero al fisco, que me ahorrara esos "gastos". Pero yo soy otro boleto. Aunque a veces lo paso mal, soy feliz por estar haciendo algo diferente, por estar creando algo nuevo, por llegar a donde pocos siquiera lo intentan. Haré de esta empresa un ejemplo de compañía de software, socialmente sensible, responsable con su entorno y la economía de las regiones donde tengamos oficinas y clientes. Un lugar en dónde muchos desarrolladores anhelen trabajar, y donde la creatividad y el talento estén por encima de los títulos académicos.
Me han dicho desde "
fracasarás" hasta "
mucha suerte pobre amigo". Pero eso ya no le hace ni cosquillas a mis convicciones. Como desarrollador, instructor de programación y hombre estoy en un gran momento, apenas inicia lo mejor. Ya la gente comienza a reconocerme y buscarme (no tanto como a Delphius, claro, un abrazo Marcelo
), y poco a poco comienzo a ver que sí ha valido la pena pasar más de diez años en un mundo apartado, perfeccionando mi manera de programar y escribiendo código bastante ambicioso (que pronto empezaré a publicar con más hechura).
Para responder a algunas de las preguntas que me han formulado en estos días:
1. No tenemos consejo directivo (por ahora).
2. Están en venta 15 acciones de las 100 que constituyen la empresa.
3. Fijé el precio de cada una en 200 USD
4. Los compradores podrán adquirir desde una sola acción si así lo desean.
5. Le daré preferencia a personas o empresas con las que comparta algunas coincidencias en la forma de ver la vida y el mundo.
6. Agrego que no es una "empresa familiar", así que estamos libres de los típicos vicios de ese tipo de organizaciones.
Cabe mencionar que el valor actual estimado de nuestros activos es unas ocho o nueve veces menor que los 20 mil USD que corresponderían al valor ofertado por acción. El precio fijado de las acciones en venta es más que nada una invitación a invertir en el futuro cercano de esta empresa. De mi parte hay una total seguridad de que alcanzaremos un importante crecimiento en poco tiempo.
Esos 200 USD valdrán bastante más en pocos años. Para el público en general podría ser una inversión de alto riesgo, para los que me conocen puede ser una inversión atractiva y para mí es una gran oportunidad de compartir con buenos amigos y colegas Delphi parte del éxito por venir de mi carrera. De hecho esto último es una de las cosas que me entusiasma más, lo digo con sinceridad.
Estaré atento a sus correos. Pido disculpas a Emilio y el resto de los moderadores por escribir esto aquí. Ciertamente la necesidad me empuja a tomar esta decisión, pero no es algo que me achique en absoluto puesto que estoy convencido de lo que digo.
Un abrazo.
Al González.