César, una cosa es que el gobierno de un país sea cuestionable, y vaya que nadie niega lo mal que le ha ido a los cubanos con la dictadura de Castro (que como suele pasar con muchas dictaduras, inician con la idea de procurarle mayor bienestar a los ciudadanos y terminan imponiéndose los dogmas de unos cuantos sobre la prosperidad general), y otra muy distinta es que, por el hecho de que un gobierno trate mal a sus ciudadanos, venga otro a "castigarlo" con la tonta medida de bloquearles a ellos mismos el acceso a elementos de progreso.
Este mundo estaría mejor sin las mentes estúpidas que ven amenazas donde lo que más hay es hambre.
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