Un viejito que estaba casado con una bella muchacha sale de su casa lamentándose, y a cada paso mencionaba ¡la cague!, ¡la cague!, ¡ahora si que la cague!.
Un amigo que no pudo evitar escucharlo le pregunta ¿Qué pasa compadre?
!La cague hermano!, la cague, ahora si la cague... responde el anciano.
Explícame ¿cómo es eso de que la cagaste?
Es que todos los días despierto a mi amorcito con un pedito, pero hoy... ¡la cague!!!