Eso demuestra que 'más sabe el diablo por viejo que por diablo'.
Los jóvenes no se dan cuenta que no saben. Con el tiempo van descubren que no sabían, que ahora sí que saben.
Más tarde se vuelven a dar cuenta que tampoco sabían, sino que es ahora cuando saben.
Hasta que llegan a 'viejo' y descubren que toda su vida no han sabido nada, que por fin ya saben...
Si a eso le añadimos el ser de caracter perfeccionista, provoca que nunca estemos contento con nuestro código, siempre necesita reformas, minimizarlo, incluso rehacerlo... y nunca se acaba, cada vez más perfecto, más eficiente... y así toda la vida