Cita:
Empezado por ermendalenda
Gracias.
Entonces me voy a pensar las anulaciones. Con la rectificativa parece que cubre bien las incidencias.
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Hola ermendalenda,
Creo que es fundamental poder utilizar anulaciones.
Hay muchas veces que nos hemos colado al hacer una factura y no resulta lógico hacer una rectificativa.
Siempre pongo los mismos ejemplos, pero es que son claros:
1- En mi tienda de ropa vendo un pantalón a un cliente, le hago la factura con mi TPV y al ir a entregársela me doy cuenta de que le he facturado un jersey en lugar del pantalón.
Quedaría a la altura del betún si le intento entregar al cliente la factura chunga diciéndole "aunque pone un jersey, en realidad tú y yo sabemos que es un pantalón".
No queda otra que, inmediatamente, anular la factura y crear una factura correcta.
2- He hecho una factura y al ir a entregarla o enviarla a mi cliente me doy cuenta de que se quedó trabada la tecla del cero y en lugar de facturarle por valor de 100€ le he facturado por valor de 10.000€
Sería absurdo liarse con facturas rectificativas cuando se ve que es un simple error de tecleo.
Lo lógico, se anula la factura y se emite correctamente (dándole antes unos buenos golpes al teclado)
3- Con mi flamante ERP emito una factura a un cliente.
Me doy cuenta de que la he emitido con los datos de destinatario de un excliente al que no le vendo nada desde hace años.
No puedo enviarle esa factura a ese excliente ni tampoco al cliente al que debería ir destinada.
Así que lo más correcto creo que el anularla y emitirla de nueva (con el consejo de: si bebes, no factures)
Creo que, en estos casos, lo lógico es la anulación de la factura y vuelta a emitir correctamente.
Para otros casos, posiblemente, sería más adecuado la factura rectificativa.
Saludos