Casi ninguno sabrá quién es (era), ni conocerá el (su) editor de código "
Vim".
Su creador siempre dio prioridad al rendimiento, la velocidad, agilidad, ligereza... y no se dejó llevar por la excusa típica de "... no hay problema, los procesadores son cada vez más rápidos y la memoria RAM más barata.", que esgrimen muchos para no depurar bien sus programas.
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