Esto que les voy a contar me da un poco de vergüenza, pero viene mucho al tema.
A finales del año 2006, durante una parada en un viaje por la
Sierra Tarahumara, conocí por casualidad a un turista de nombre Roberto, a quien se le había saturado la memoria de su cámara fotográfica con cientos de imágenes de aquellos hermosos parajes invernales, y no encontraba un establecimiento donde pudiera traspasar todas las fotos a un CD, para entonces poder seguir capturando impresiones de su estadía en la sierra.
Ya obscurecía en aquel pueblo y el único café Internet que seguía abierto no tenía ninguna computadora con quemador, así que invité a Roberto al comedor de mi hotel para llevar a cabo la operación con mi portátil. Primero copié los 399 archivos de aquel estupendo material al disco duro, y luego hice la operación de copiado hacia la unidad
F:, tras lo cual retiré el disco y se lo entregué.
Roberto me preguntó si sus fotos ya se encontraban seguras en el disco compacto, que si ya podía limpiar la memoria de su cámara con toda confianza. Y yo le respondí que sí, que no se preocupara. Nos despedimos con un apretón de manos, pero no le pedí ningún dato por el cual pudiera localizarlo ni él a mí. De él sólo recuerdo su nombre de pila, que provenía de algún punto del centro del país, y cómo le causaban admiración esos blancos paisajes, pues hasta entonces no había conocido la nieve.
Al día siguiente abordé el espectacular Chepe con destino a Los Mochis, ciudad donde, por cierto, tuve el gusto de conocer al compañero
AGAG4. Y varios días después, de regreso en Morelia y listo para mi primera jornada laboral del año nuevo, Windows puso una leyenda en la pantalla: «Hay archivos pendientes de grabar en el CD». Se trataba de aquellas 399 imágenes, muchas de las cuales dignas de ser enmarcadas, pero que nunca grabé realmente en el disco compacto que le entregué al turista.
Sólo había arrastrado los archivos, y éstos aparecieron listados "en" la unidad
F:, pero olvidé dar clic en la opción "Grabar estos archivos en un CD". Así que aquel disco que le entregué a Roberto iba completamente vacío.
Si alguien lo reconoce y tiene forma de localizarlo, por favor díganle que aún tengo sus fotos.
http://img687.imageshack.us/i/dsc01984d.jpg/
Un abrazo olvidadizo.
Al González.