Pero podemos ser buenos amigos, María.
(Eres una chica estupenda, que se merece lo mejor del mundo. Sin embargo, concibes el amor con sentido de pertenencia y estricta exclusividad perpetua, es decir, como los niños. Aún piensas que los celos son buenos o necesarios. Temes sufrir cuando todavía no has intentado nada realmente valiente. Crées que el amor trae la felicidad, cuando en realidad es la felicidad la que trae todas las cosas buenas de la vida. Mi chica es una persona que tal vez espera al otro lado del mundo, o quizás a la vuelta de la esquina, o quizás eres tu. Sabré reconocerla fácilmente, porque habrá de darse un contacto visual entre los dos, que hará arder en llamas los muros y cristalizará el viento. Cuando así veas la vida, ya no dirás "
te quiero, te necesito", sino "
te amo, eres libre de amarme".)
NOTA: El autor si comparte la opinión del personaje
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Un abrazo.
Al González
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