Algunas veces me pregunto porqué la humanidad todavía tiene rubias.
A juzgar por su capacidad de raciocinio ya deberían haberse extinguido hace raaaaato.
Piénsenlo, la pobre tontolona esa que no es capaz de calcular cuánta distancia se recorren en una hora a ochenta millas por hora... Casi no hay nada más fácil. Por el contrario, la comida más fácil de cocinar del mundo (la de microondas) requiere que uno sepa MÁS que un simple "Ah, 80 MPH, en 1 hora". Hay qué leer las instrucciones, saber qué es 3 minutos, cómo abrir el envase, ¿Una cucharada sopera de agua?.... ¿Qué comen? ¿Cómo no se mueren de hambre? Está bien, ¿probablemente tengan un mac... eh, marido, que les cocine quizás? Pero no pueden tener uno todas las veces...
O más aún, ¿de qué trabaja? Si tiene la estúpida idea de tener aires acondicionados gigantes para enfriar el aire... imagínense qué tipo de trabajo puede tener. ¿Secretaria? No. ¿Cocinera? Nop. Ya sé, profesora de física cuántica en el MIT... no, tampoco. ¿De qué trabaja? ¿De dónde saca la plata? ¿Con qué compra la comida para microondas? ¿Cómo sabe cuántas vueltas hay que darle a la llave para que la puerta abra?
En fin... me fui por las ramas. Pero la cuestión sigue siendo la misma: no parecen homo sapiens, lisa y llanamente.