¡Felicidades Casimiro!
Coincido contigo en muchas de tus opiniones, y en la experiencia de soportar más de cuarenta grados a la sombra
. También comprendo lo que es darte cuenta de que alguien con más tiempo disponible ha contestado ya a un mensaje donde pensabas ayudar
.
Comparto mucho de lo que opinas sobre Linux y Open Source. Ojalá no caigas en la emboscada del fanatismo que ya le ha metido bastante ruido a esas nobles iniciativas. Lo de tu jefe fumador me ha dado varias vueltas en la cabeza, al grado de pensar «
¿Cómo le hacemos para que ningún desarrollador de esa talla técnica y moral tenga qué sufrir tales ambientes laborales?».
En cuanto a Microsoft, Win32 y la "derecha informática", soy un poco más reservado. También gusto de hacer críticas al fabricante de Redmond y alguna que otra broma respecto a las torpezas que cometen, pero la realidad es que sus productos también representan un mercado. Y algo que he aprendido en los últimos años es que el crecimiento, tanto personal como colectivo, forzosamente pasa por una apertura mental que no da cabida a posiciones ultra o radicales.
Temas como la guerra, la pobreza y la ecología tampoco me resultan indiferentes. Gran parte de la historia del siglo XXI dependerá de la formación que tengan en adelante los jóvenes menores de 20 años. Lo alarmante es ver la cantidad de niños sobrealimentados, descuidados y amanes de los videojuegos de guerra y pelea que se están criando en los países económicamente más desarrollados
. En cambio, cuando veo a los niños de origen africano que asilan en Las Canarias, auguro muchas probabilidades de que ellos lleguen a ser alcaldes, ministros o presidentes de varios países de "occidente", ya que su formación les hace valorar y entender la vida de mejor forma, y físicamente han superado muchas pruebas de supervivencia, en un "juego" donde no hay vidas extras.
Para serte sincero, no creo que lleguemos al 2050 con mejores condiciones ambientales que las actuales. Pienso que para mejorar significativamente el medio ambiente habrán de ocurrir grandes avances científicos en materia de biología, nanotecnología y física, principalmente, junto con una disminución en la tasa de nacimientos que permita hacer de este planeta un lugar más respirable y no dejarlo como a la Isla de Pascua, sin un solo ser humano en la superficie. Todo esto junto con acciones sociales responsables y humanistas y, definitivamente, con políticas de educación y cultura que rompan definitivamente con los vicios del consumismo, el nacionalismo y otras perniciosas costumbres.
En estos primeros cincuenta años del siglo, el mundo aprenderá que ser global implica ser uno.
Un abrazo abierto.
Al González.
