Gracias por la mención,
César. Con esa licencia de Delphi 2007 adapté la biblioteca GH Freebrary a Delphi 2007.
Desde hace cuatro años trabajo en el único proyecto que hoy día pinta para ser comercialmente viable. El primero de mi vida que realmente vi como negocio y que espero me arroje utilidades para saber lo que se siente eso. En cuanto con él comience a obtener ingresos, trataré de adquirir la licencia de Delphi 7 Enterprise con el cual lo estoy desarrollando (y que hace tres años solicité a CodeGear que me comenzara a cobrar, recibiendo como respuesta un
olvídalo).
Cuando me saqué la rifa del Delphi 2007 Professional, me planteé pasar todo el código del proyecto a esta nueva versión. Pero el costo de hacerlo (aunque entiendo que tal vez eso hubiera sido lo más indicado) implicaba retrasar más las cosas.
Cuando haya ocasión de hacer ese pago, enmendaré una incómoda deuda que llevo cargando algunos años (entre otras que esperan en mi lista de deudas monetarias por saldar). Sólo que no sé si el pago debería hacerlo a Embarcadero o a Borland, pues era Borland quien ostentaba la marca Delphi cuando empecé a usar Delphi 7 para fines propios.
En el momento álgido de mi atrevida empresa registrada en Morelia, buscando generar más negocio para la misma, estuve en condiciones de saldar esa deuda y otras más, pero cometí el error de darle preferencia a los acreedores que me presionaban más y a una nómina muy mal planificada. Sin mencionar lo horrenda que fue mi labor como administrador.
Al final entré en una especie de atroz quiebra técnica. Mi compañía sigue registrada, pero hace mucho tiempo que no tengo empleados ni oficina y no he declarado impuestos desde 2008. Financieramente, la esperanza que me queda es terminar este sistema, permitiendo que mi cliente comience a venderlo en Michoacán y otros estados (como lo tiene pensado desde que me contactó) para recuperar su inversión, y ambos obtener ganancias. Las ganancias justas que él se merece por la enorme paciencia que ha tenido y lo que yo ocupo para vivir tan libre de deudas como cuando corría todas las tardes en las floridas calles de Cuernavaca.
Acabando esa misión, considero cerrar Sistemas GH y emigrar a otro país (compensando a los colegas que me ayudaron hace dos años comprando cinco acciones). Incluso considero ya no dedicarme a la programación de manera profesional, sino como realmente me satisface hacerlo: por el placer de crear, enseñar y aprender.
Un abrazo ilegal.
Al González.