Instalá primero XP, dejando espacio suficiente sin particionar en el disco para Mandriva (Mïnimo 3 Gb., recomendado unos 10 Gb. y máximo, lo que vos consideres necesario).
Una vez terminada la instalación de XP, instalá mandriva y listo. Al hacerlo en este orden, vas a tener un gestor de arranque que te permitirá elegir, al arrancar el equipo, con que SO lo queres iniciar.
Hasta luego.