Lo voy a resumir.
David Bravo es un joven abogado español (de Sevilla y olé) especializado en eso tan esotérico e incomprensible que llaman
propiedad intelectual. Entre otras cosas (conferencias, charlas, juicios...) va el tío y escribe un libro titulado "
Copia Este Libro", así, sin anestesia y ni nada.
Poco después va un
garrulo y, como dice el título que copie ese libro, copia unos párrafos que comparan el acto de compartir o copiar música y películas con delitos como el robo, el hurto, el allanamiento de morada y la corrupción de menores, lo mete en un
pogüerpoin de esos y lo manda a sus amigos. El problema es que olvidó decir de dónde provenía el original, así que la cosa quedó como anónima.
Mientras tanto, uno de los periódicos más influyentes del país (El Mundo) empieza a publicar una serie de animación de baja calidad técnica (ni idea de la calidad del guión porque sólo he visto uno de sus capítulos) con la loable misión de poner los puntos sobre las íes a nuestros próceres.
En esto que, al parecer, o los autores del mencionado serial recibieron el ya mencionado
pogüerpoin y pensaron que era anónimo, o bien dieron con el ensayo del señor Bravo y, puesto que la publicó bajo los términos de la
Creative Commons, pensaron que podían hacer lo que les viniera en gana. Sea como fuere decidieron utilizarlo como guión de una de sus gracietas, la cual
venden por el módico precio de 2 €uros la copia, no sin antes tergiversar visiblemente el mensaje inicial del texto.
En fin, que el autor inicial se ha enterado y ha montado en cólera, evidentemente puesto que se están lucrando a costa de su trabajo y alterando su mensaje, aparte que ni pidieron permiso ni avisaron ni nada. La cosa está que arde y se está sorteando una denuncia, la cual puede tener repercursiones dada la importancia del periódico implicado.
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