En momentos así me alegro de formar parte de "la otra España", la que no lleva peineta y bata de cola, la que no sale en las estámpas típicas, la que aún no está tan comercializada, la que nunca ha entendido los toros...
De pequeña me gustaban las corridas de rejoneo, me encantaba ver a los caballos tan cerca del toro, era emocionante... Hasta que vi como un toro destripaba a un caballo y como para sacárselo de encima casi lo filetean vivo... Después de eso me di cuenta de que no es un ejercicio acrobático, que los cuchillos cortan, que la sangre es de verdad, que las banderillas son flechas que se clavan en la carne...
Cuando mi abuela me lo explicó no podía entenderlo, no me parecía lógico que con toda la tecnología actual aún lo hiciesen así, seguro que se podía inventar algo para que el efecto visual fuese el mismo y no fuese necesario apuñalar a un ser vivo. Mi abuela soltó una carcajada y me explicó que si hiciesen eso, si el toro no sufriese los que acabarían muertos serían los hombres y los caballos.
Me pareció mezquino, injusto y salvaje. Nunca más he vuelto a ver una corrida. Tenía 8 años.
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