Hola.
Muy bueno el documento !!
Propongo que el eructo sea un gesto obligado como manda la tradición arábiga. El invitado de los árabes debe eructar sonoramente después de una rica comilona en señal de gratitud. Si no lo hace, es un desprecio hacia su anfitrión.
Más curiosa es la costumbre de los Gidjingali (una etnia de la provincia de Arnheim en Australia) para despedir a un visitante. Primero se pasan las manos por las axilas para tomar su propio sudor, luego frotan las manos en las axilas de su amigo y finalmente de nuevo en las suyas.
Saludos